La comisión accidental del pasado 22 de marzo, apoyada por el Honorable Concejal Jesús Anibal Echeverri sirvió para evidenciar los mismos conocidos problemas que asedian al barrio Prado desde hace más de una década. Toda esta decaída tiene su origen en la impacto negativo que genera el gobierno municipal a los propietarios del barrio mediante las restricciones impuestas por el POT y el PEPP que ocasionaron la perdida de valor comercial de las propiedades con las respectivas consecuencias.
Aunque en el PEPP se plantean algunos estímulos para el barrio, realmente están muy lejos de equilibrar el impacto negativo que ocasiona sobre el barrio. El estímulo otorgado a las propiedades de conservación por parte de Catastro es mínimo, casi despreciable tanto en cobertura de propiedades afectadas, como por el monto disminuido en impuesto predial que está lejos siquiera de compensar los gastos de mantenimiento de las propiedades.
A pesar de la buena inversión en espacio publico (andenes) en la administración del Dr Fajardo, Resalta la falta de una estrategia efectiva y continua por parte de la Administración municipal, con planes de acción concretos que estimulen el uso de los inmuebles del barrio, inmuebles que por su tamaño y belleza pueden ser de gran valor, para apalancar el crecimiento de la Ciudad.
El uso residencial inicialmente pensado para el barrio, en el PEPP, no es el adecuado y mucho menos sin estímulos, ni garantías.
Y el colmo ahora será el de expulsar del barrio a quienes han logrado sostenerlo, dinamizarlo, gracias a su manifiesta confianza, mediante importantes inversiones en las propiedades del barrio y sus sanos proyectos confiando en la promesa de futuro viable para el barrio.
Es desconsolador el entusiasmo de algunos ingenuos vecinos, que orgullosos de la mención de honor por el atributo de "único barrio de conservación" (o medalla de cuero), no perciben el descuido y abandono de la administración municipal con el barrio.
Aunque en el PEPP se plantean algunos estímulos para el barrio, realmente están muy lejos de equilibrar el impacto negativo que ocasiona sobre el barrio. El estímulo otorgado a las propiedades de conservación por parte de Catastro es mínimo, casi despreciable tanto en cobertura de propiedades afectadas, como por el monto disminuido en impuesto predial que está lejos siquiera de compensar los gastos de mantenimiento de las propiedades.
A pesar de la buena inversión en espacio publico (andenes) en la administración del Dr Fajardo, Resalta la falta de una estrategia efectiva y continua por parte de la Administración municipal, con planes de acción concretos que estimulen el uso de los inmuebles del barrio, inmuebles que por su tamaño y belleza pueden ser de gran valor, para apalancar el crecimiento de la Ciudad.
El uso residencial inicialmente pensado para el barrio, en el PEPP, no es el adecuado y mucho menos sin estímulos, ni garantías.
Y el colmo ahora será el de expulsar del barrio a quienes han logrado sostenerlo, dinamizarlo, gracias a su manifiesta confianza, mediante importantes inversiones en las propiedades del barrio y sus sanos proyectos confiando en la promesa de futuro viable para el barrio.
Es desconsolador el entusiasmo de algunos ingenuos vecinos, que orgullosos de la mención de honor por el atributo de "único barrio de conservación" (o medalla de cuero), no perciben el descuido y abandono de la administración municipal con el barrio.
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